El eterno tema

Este fin de semana, entre otras cosas, he leído un articulo sobre la supuesta liberación sexual de nuestro país. Ponen varios ejemplos de prósperos negocios basados en el sexo y concluyen con varios datos estadísticos que afirman que nuestra sociedad, al fin, ha abandonado sus tabúes dando paso a una era de total libertad. Me lo creería de no ser porque depende mucho de que parte de España se trate, que margen de edad, al fin y al cabo datos fundamentales para hacerse una pequeña idea, ¿no? Este país sigue siendo un fanático de la doble moral, en esas familias tan tradicionales donde el hijo es un campeón si va desflorando doncellas y la hija sin embargo un putón si se le ocurre hacer exactamente lo mismo. Da igual la edad, a veces incluso es mucho peor en el caso de los mas jóvenes, entre los cuales los roles típicos de hombre – mujer han vuelto a una concepción arcaica y que esperábamos hubiese quedado ya obsoleta.

Otro articulo sorprendente, mas bien era una entrevista, en el que una señora titulada afirma que el enamoramiento es algo basado en sustancias químicas como la dopamina, es decir, que pillamos un colocón hormonal. Luego, si hay suerte, surge el amor, en forma de otras sustancias y hormonas que generan un sentimiento de apego a la otra persona. De ahí que haya relaciones que duren mas tiempo, etc... Lo interesante es que la dopamina se segrega en mayores cantidades cuanto mas lejos estamos de satisfacer nuestros deseos. Es decir: cuanto peor mejor, o al menos cuanto peor este la situación mas nos obcecamos en nuestro objetivo. Esto sin embargo existe desde muy antiguo, se llama encoñarse, y no hace falta ser doctora en nada para hacerse una idea de las consecuencias. Pero en fin, hay que hacer algo en esta vida, supongo.

PD: No, amigos míos, nada de aire acondicionado ni descanso campestre. Cargando postes de acero, sacos de cemento, verjas metálicas y bidones de agua. ¡¡Yujuuuuu, viva la vida rural!!

¡¡PAZ!!