domingo, abril 01, 2007

Terror clásico... ¡¡¡¡boooooooohhhh!!!!


Cuando yo no era más que un tierno infante, cuyo único contacto con el terreno de lo macabro eran las muchísimas novelas de Agatha Christie apiladas en mi biblioteca, nombres y personajes, sin los que hoy yo no sería yo, formaban parte del terreno inconmensurable de mi evidente ignorancia. Entre muchos de aquellos elementos que entonces ni existían para mí, y que ahora ocupan un lugar en el panteón de mis favoritos, se encontraba el actor Vincent Price. Cuando se habla de cine de terror casi todo el mundo prefiere mirar hacia otro lado. Creen que es un género casi maldito, y las únicas películas que se reconoce ver son aquellas conocidas como de “terror psicológico”, cuando en realidad todo terror lo es por cuanto se trata siempre de un estado del ánimo.

Uno de los actores menos reconocidos actualmente es Vincent Price, que sin embargo supo encarnar personajes sumamente inquietantes, en filmes llenos de misterio y suspense. No se trataba del susto fácil, ni de repugnar especialmente al espectador. Se trataba de transmitir, en la trémula vibración de una voz que surge de ultratumba, o con una mirada que encierra la más desquiciada de las locuras homicidas, la certeza de que en este mundo no hacen falta monstruos que temer, porque ya hay seres humanos para ocupar su lugar en nuestras pesadillas. “La Mosca”, de 1958, o bien “Los crímenes del museo de cera” son auténticas obras maestras de un tipo de cine que nadie quiere hacer ya. Nadie se atreve ya con ningún relato de Poe, y sin embargo Roger Corman supo realizar una más que aceptable adaptación de “La muerte y el péndulo”, en la que Vincent Price supo darse por entero y que no dejo de revisitar, como un lugar que me mantiene unido a la mejor tradición macabra del cine de serie B.

Os dejo, como homenaje, con un corto realizado por Tim Burton en su día, dedicado por completo a Vincent Price (de hecho es su voz la que suena, la que avanza palabra por palabra, en un poema de desesperación infantil, de macabra autodestrucción, en la mejor tradición del maestro Vincent y del dios Poe): ¡disfrutadla!


6 comentarios:

A las 12:28 a. m. , Blogger SIE ha dicho...

Desde que descubrí ese corto hará unos meses en Sintagma in Blue lo he visto no se cuántas veces, tú sabes que no me gusta el cine de terror y que me encanta Tim Burton, así soy yo, inconexa. Gracias por ponerlo, esta mañana he vuelto a disfrutar de mis inconexiones ;P

 
A las 12:47 a. m. , Blogger J. G Centeno ha dicho...

Yo creo que mi pasión por el cine de terror, a veces un poco enfermiza, nació cunado vi, siendo un niño "M el vampiro de Düsseldorf". Luego vinieron los Dráculas, y aquí soy un heterodoxo porque prefiero Christopher Lee, sobre Bela Lugosi.Y también me privan algunas cosas de Jacinto Molina o Paul Naschy aunque sean un poco "gore".

 
A las 3:40 a. m. , Blogger Mr. Hyde ha dicho...

Sometimes: pues si te gusta Tim Burton te gusta el cine de terror, al menos ese cine inquietante, de las sombras escalofriantes y un colorido tan misterioso que parece blanco y negro. Ya sabes que a mí me encanta todo tipo de terror, desde el más truculento al bien hilado y sutil.

J.G.Centeno: Has nombrado una película y un actor fundamentales. "M: el vampiro de Düsseldorf", una obra maestra de Fritz Lang que aun me hace estremecerme siempre que vuelvo a verla. Y Christopher Lee, que a pesar de no considerarse un Dracula de novela (poco tiene que ver con la figura tenebrosa y apenas visible del libro de Bram Stocker), ha conseguido ser para mucho (yo puedo incluirme) el auténtico Drácula. A Bela Lugosi lo considero más anecdótico que realista jeje. Y por cierto, yo a veces también soy algo raro: soy de los pocos a los que encanto el Drácula que dirigio Jesús Franco, el "tito Jess".

 
A las 1:10 a. m. , Blogger J. G Centeno ha dicho...

Yo tambien lo pase mal, o bien que no se cual es la diferencia en esta afición, con la película de Jess, aunque hay reconocer que es un pelín rarita. O los raritos somos nosotros vaya usted a saber.

 
A las 9:35 a. m. , Blogger garib ha dicho...

Cuando era muy crío vi en la tele el "Frankenstein" de Boris Karloff y me pasé un buen tiempo con pesadillas. Luego me han venido a la cabeza dos títulos que todavía me parecen inquietantes como "Psicosis" y "El Exorcista". Y el comentario sobre Corman en la tradición del cine B fantástico me ha recordado lo que me gusta John Carpenter aunque últimamente se empeñe en hacer montones de serie B y nadie pueda entender por qué me gusta. Me ha gustado el post y el vídeo, ya ves todo lo que me ha traido a la memoria.

 
A las 5:55 a. m. , Blogger Mr. Hyde ha dicho...

Garib: Las películas que mencionas son auténticas joyas. El Frankenstein de Karloff tuvo la virtud que posee a su vez el Dracula que Christopher Lee interpretó para Terence Fisher, es decir, supuso un renacimiento del persona, alejado de la novela pero con un caracter tan propio y fascinante que posee vida propia (nunca mejor dicho tratandose de ese personaje). Psicosis, El Exorcista, poseen ambas la virtud de haberse convertido en mitos irrepetibles (porque el remake que se hizo de la primera es para echarse a temblar, y no de miedo precisamente). Lo mismo que John Carpenter, yo aun disfruto con su clásico de los ochenta "La Niebla", que en su nueva versión se ha convertido en el típico emplasto con protagonistas adolescentes corriendo aquí y allá.

 

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